NORUEGA 5: De Hardangerfjord a Sognefjord

17 de agosto de 2009 Amaneció lluvioso un día más. Hicimos las maletas para trasladarnos hacia Kaupanger, nuestra base para la zona de Sognefjord, con la esperanza de tener mejor tiempo allí. En la ruta pasaríamos al lado del Nærøyfjord y del Aurlandsfjord, dos de los fiordos más bellos que desembocan en el Sognefjord, también conocido con el cursi apelativo de "fiordo de los sueños". Poco después de salir de Ulvik dejó de llover, cosa que nos levantó el ánimo. Pronto pasamos al lado del Granvinsvatnet, uno de los lagos más hermosos que habíamos visto hasta entonces. Nos incorporamos a la carretera 13, que se dirige hacia al norte remontando una zona montañosa. Desde la misma carretera pudimos divisar la Skjervsfossen, una impresionante cascada con una caída de unos 150 m en dos niveles.
17 de agosto de 2009
Amaneció lluvioso un día más. Hicimos las maletas para trasladarnos hacia Kaupanger, nuestra base para la zona de Sognefjord, con la esperanza de tener mejor tiempo allí. En la ruta pasaríamos al lado del Nærøyfjord y del Aurlandsfjord, dos de los fiordos más bellos que desembocan en el Sognefjord, también conocido con el cursi apelativo de "fiordo de los sueños".

Ver Noruega 5: Ulvik - Kaupanger en un mapa más grande
Poco después de salir de Ulvik dejó de llover, cosa que nos levantó el ánimo. Pronto pasamos al lado del Granvinsvatnet, uno de los lagos más hermosos que habíamos visto hasta entonces.
Granvinsvatnet
Nos incorporamos a la carretera 13, que se dirige hacia al norte remontando una zona montañosa. Desde la misma carretera pudimos divisar la Skjervsfossen, una impresionante cascada con una caída de unos 150 m en dos niveles. Aparcando el coche en una especie de merendero que había junto a la parte superior de la catarata pudimos verla desde arriba.
Skjervsfossen, vista desde arriba
Un rato después llegamos a Vossevangen, más conocida como Voss, un importante centro turístico de la zona que hay entre el Hardangerfjord y el Sognefjord. La ciudad fue destruida completamente durante la segunda guerra mundial, por lo que apenas quedan edificios antiguos.
Aparcamos en el centro y fuimos a la oficina de información turística, donde nos proporcionaron un folleto muy completo con todos los puntos de interés de la ciudad. Lo primero que fuimos a ver fue St. Olav Kross, una sencilla cruz de piedra cubierta de líquenes que alberga una gran historia. Fue colocada casi mil años atrás, durante el siglo XI, para conmemorar la cristianización de Voss.
A continuación decidimos visitar la Vangskyrkja, una iglesia gótica del siglo XIII que fue el único edificio de Voss que quedó en pie tras el bombardeo alemán de la guerra. A pesar de ser un edificio principalmente de piedra, conserva el característico campanario de madera. Aunque lo intentamos un par de veces, siempre la encontramos cerrada así que no la pudimos visitar por dentro.
Vangskyrkja
El siguiente monumento era el Finnesloftet, que estaba un poco alejado del centro. Aun así decidimos ir andando, lo cual fue un error ya que llegamos exhaustos después de más de veinte minutos de subida. El Finnesloftet es una construcción de madera del siglo XIII, que constituye el edificio no eclesiástico más antiguo de Noruega. El interior solo se podía ver mediante visitas concertadas.
Finnesloftet
Regresando hacia el centro, por el camino había buenas vistas del Vangsvatnet, el enorme lago a las orillas del cual se encuentra Voss. Acabamos nuestra visita paseando por Vangsgata, una de las calles principales del centro, muy tranquila y llena de comercios.
Vangsgata
Abandonamos Voss y partimos nuevamente hacia el norte. De camino, cerca de esa ciudad, nos encontramos con la Tvindefossen, una cascada con una caída de 152 m. Es diferente a otras que fuimos viendo en Noruega, ya que en vez de ser una caída libre, el agua va bajando tranquilamente por terrazas y entre las rocas.
Tvindefossen
Hacia el norte comenzaba el Nærøydalen, un valle al final del cual se encuentra el Nærøyfjord, el primer fiordo perteneciente al Sognefjord. Había un buen viewpoint de este valle en el Hotel Stalheim. Nos daba un poco de corte entrar en el hotel para ir hacia el mirador, pero como había una tienda de souvenirs al lado de la recepción nadie reparó en nosotros. Las vistas sobre el Nærøydalen eran espectaculares. Se veía la Stalheimskleiva, una de las carreteras con mayor inclinación de Europa (20 % de pendiente media). Por suerte, la carretera principal pasa por un túnel y evita este tramo...
terraza del Stalheim Hotel
vista del Nærøydalen desde el Stalheim Hotel
Al final del valle llegamos a Gudvangen, un microscópico pueblo situado al fondo del Nærøyfjord. El pueblo vive de los cruceros y ferrys que llegan a través del fiordo. Éste es conocido por ser uno de los más bellos y espectaculares de la región, por lo cual fue declarado patrimonio de la humanidad de la Unesco. Además tiene la particularidad de ser uno de los más estrechos, ya que su anchura mínima es de solo 250 m en algunos puntos.
Gudvangen
Dejamos el coche en el parking del puerto, lleno de turistas y de autocares esperando el ferry, y caminamos por un sendero que discurría por la parte oeste del fiordo. El camino era muy largo, pero solo queríamos hacer un trecho para verlo mejor. Conforme nos alejábamos íbamos apreciando el enorme valle glacial en el que estaba situado Gudvangen. El Nærøyfjord nos pareció uno de los fiordos más bellos que vimos, junto con el Geirangerfjord y el Aurlandsfjord que veríamos más adelante.
Nærøyfjord
Nærøyfjord, con Gudvangen al fondo
Antes de seguir nuestra ruta aprovechamos para comer. La posterior parada fue Undredal, un tranquilo pueblo conocido por su queso de cabra. Su principal atracción turística es su iglesia de madera, la Undredal Kyrkje, que es la "stavkirke" más pequeña que existe actualmente (tiene capacidad para solo 40 personas). La visita se hacía solo con guía, y tenia lugar a unas determinadas horas. Como faltaba mucho tiempo para la siguiente, decidimos no esperar y dar una vuelta por Undredal. Desde el muelle del pueblo hay unas bonitas vistas del Aurlandsfjord y de las montañas que encierran este aislado pueblo.
Undredal Kyrkje
vista del Aurlandsfjord desde Undredal
El siguiente pueblo en el recorrido de la carretera era Flåm. Es una localidad enteramente turística, que vive de su conocido Flåmsbana, un tren turístico que une Flåm y Myrdal. Este tren cremallera supera un desnivel de más de 800 m de altitud, con tramos de tanta inclinación que lo convierten en el tercer cremallera en el mundo en cuanto a inclinación máxima del recorrido. No subimos al tren, ya que no teníamos mucho tiempo, pero si que dimos una vuelta por Flåm, que como pueblo no tiene ningún interés ya que todo son hoteles y tiendas de souvenirs.
Flåmsbana
El próximo punto de interés estaba en Aurland, un pequeño pueblo a orillas del Aurlandsfjord. Era la hora de comer, y como cada día nos abastecimos en un supermercado. Nos sentamos en unos bancos del puerto para comer mientras contemplábamos la belleza del fiordo.
Después montamos en el coche y nos desviamos hacia la Snøvegen, la antigua carretera que conecta Aurland y Lærdal (actualmente hay un túnel mas directo). Ésta va ascendiendo por la montaña hasta el mirador de Stegastein, sin duda, el mirador con la vista más espectacular de todo nuestro viaje a Noruega (más impresionante que el Dalsnibba en Geiranger, que tiene más fama). Consta de una especie de pasarela de hormigón al final del cual hay un vidrio para tener mejor vista. La panorámica desde el mirador quita la respiración: se puede ver casi todo el recorrido del Aurlandsfjord, uno de los fiordos más salvajes de la zona. Mirando hacia abajo se ve el pueblo de Aurland, del tamaño de las hormigas.
vista del Aurlandsfjord antes de subir al Stegastein
Stegastein
vista de Aurlandsfjord desde el Stegastein (abajo, Aurland)
vista de Aurlandsfjord desde el Stegastein
Queríamos continuar por la Snøvegen, una de las carreteras turísticas noruegas, pero como era tarde decidimos coger un camino más directo por el Lærdalstunnelen. Este túnel, con sus 24,5 km, es el túnel de carretera más largo del mundo. La sensación de circular por allí era claustrofóbica: kilómetros y más kilómetros de línea recta dentro de aquel largo túnel. Suerte que hay tres cuevas diseñadas para romper con la monotonía del trayecto; aunque por su iluminación azul y naranja parecía que de pronto entrabas en una discoteca...
Lærdalstunnelen
Al salir del túnel nos desviamos para ir a ver la Borgund stavkyrkje, una de las iglesias de madera más espectaculares de la región. Se sitúa en medio de una llanura rodeada por un pequeño cementerio. Data del siglo XII y se conserva excepcionalmente bien, y su detalle más característico lo componen cuatro cabezas de dragón del techo. El interior es muy oscuro, austero y poco espacioso. Aun así, aunque no tiene tanta fama como la de Urnes, esta iglesia es impresionante! Además, en la entrada hay un museo muy interesante donde explican la historia de las iglesias de madera o stavkirke, de las cuales hoy en día solo existen 28 de las 1.500 que había antiguamente.
Borgund stavkyrkje
Proseguimos nuestro camino hacia Lærdal, pueblo que nos hubiera gustado visitar pero que no lo hicimos por la falta de tiempo. Cogimos el ferry que conecta Fodnes y Mannheller para continuar por la carretera. Desde su cubierta pudimos contemplar el gran Sognefjord, que con sus 205 km es el segundo fiordo más largo del mundo (por detrás del Scoresby Sund de Groenlandia, de más de 350 km).
Nuestro alojamiento para tres días en la zona de Sognefjord estaba cerca de donde nos dejaba el ferry, en Kaupanger. Se trataba de una cabaña de madera en el Norlandia Vesterland Resort, un enorme centro hostelero con cabañas, hoteles y restaurantes. Nos costó un poco encontrarlo ya que esta a las afueras de Kaupanger siguiendo la carretera. Nuestra cabaña era espaciosa: tenía un gran salón con sofás con una pequeña cocina con lo básico. El dormitorio era más pequeño, pero con una gran cama doble. La verdad es que estuvimos como unos señores aquí!
nuestra cabaña en el Norlandia Vesterland Resort
salón de nuestra cabaña

0 comentarios:

Publicar un comentario