TURQUÍA 14: Estambul VI, crucero por el Bósforo

18 de noviembre de 2013 Aquel día hicimos una de las actividades más populares de Estambul, un crucero por el Bósforo. Después volvimos al centro de Estambul en autobús y cruzamos nuevamente el Bósforo para visitar Üsküdar, en la parte asiática de la ciudad, donde paseamos por la tarde e hicimos nuestra última cena en Turquía. En Estambul se pueden hacer diferentes tipos de cruceros por el Bósforo. Hay muchas compañías privadas que ofrecen tours de diferentes precios y duraciones, incluso hay la opción de hacerlo por la noche. Pero nosotros nos decantamos por la opción más barata, que es la que ofrece la compañía estatal Boğaziçi Özel Gezi Seferleri.
18 de noviembre de 2013
Aquel día hicimos una de las actividades más populares de Estambul, un crucero por el Bósforo. Después volvimos al centro de Estambul en autobús y cruzamos nuevamente el Bósforo para visitar Üsküdar, en la parte asiática de la ciudad, donde paseamos por la tarde e hicimos nuestra última cena en Turquía.

En Estambul se pueden hacer diferentes tipos de cruceros por el Bósforo. Hay muchas compañías privadas que ofrecen tours de diferentes precios y duraciones, incluso hay la opción de hacerlo por la noche. Pero nosotros nos decantamos por la opción más barata, que es la que ofrece la compañía estatal Boğaziçi Özel Gezi Seferleri. Ésta hace el crucero desde el puerto de Eminönü hasta el pueblo de Anadolu Kavağı (cerca del mar Negro), haciendo unas pocas paradas. El barco sale a las 10:35, el trayecto dura una hora y media y cuesta 15 TL solo ida. Se puede hacer ida y vuelta, pero nuestra idea era regresar a Estambul en bus.
Aquel día no nos levantamos muy temprano ya que el crucero salía tarde. Lo peor fue que el tiempo no acompañó, estuvo lloviendo todo el día casi sin parar. En medio de un gran aguacero llegamos andando a la estación del ferry en Eminönü. Hay que avisar que en Eminönü hay muchas estaciones de ferry, algunas muy distantes, y la del crucero estaba situada justo al lado del puente de Galata. Cuando faltaba media hora para zarpar subimos al barco. Éste tenía una gran estancia con calefacción, asientos y servicio de cafetería, pero preferimos instalarnos en la zona del barco al aire libre para ver las vistas, aunque ello suponía pasar bastante frío.
barco del crucero por el Bósforo
El barco zarpó a la hora y empezó a surcar las aguas del estrecho del Bósforo. La primera parte del crucero fue la mas interesante, pues vimos desde el agua algunas de los monumentos más emblemáticos de Estambul: el puente Galata, el palacio Topkapı, las mezquitas de Sultanahmet… El barco pasó muy cerca del palacio de Dolmabahçe, ya que la primera parada la hacía en la estación de Beşiktaş, donde subieron algunos pasajeros.
puente de Galata, con la torre Galata al fondo
Topkapı Sarayı
alejándonos de Sultanahmet
Dolmabahçe Sarayı
Beşıktaş y Dolmabahçe Sarayı
El crucero pasó por debajo de los dos puentes que atraviesan el Bósforo, el Boğaziçi Köprüsü y el Fatih Sultan Mehmet Köprüsü, siendo éste último el más largo. Durante el trayecto pudimos ver en las orillas algunos monumentos interesantes, como los palacios de Göksu Kasrı y Beylerbeyi y la fortaleza de Rumeli Hisarı. Pero estaban lejos y costaban mucho de ver. Esto fue una tónica constante en el crucero, las orillas quedaban lejos del trayecto, con lo que apenas se podían apreciar sus paisajes y construcciones.
Göksu Kasrı bajo el puente de Fatih Sultan Mehmet
Rumeli Hisarı
paisaje a vista de crucero
casas cerca del mar
En el pueblo de Kalınca hicimos una de las paradas, y esta es especial, ya que allí se hace un conocido yogurt. Uno de los empleados del crucero bajó a recoger una caja con los preciados yogures para venderlos entre los pasajeros. Compramos uno por 2,5 liras y estaba delicioso! Nuestro trayecto continuó hasta el destino final, Anadolu Kavağı, un pueblo de la orilla asiática turca a poca distancia del Mar Negro. El crucero por el Bósforo nos decepcionó un poco, nos esperábamos algo más. Casi todo el rato el barco circula por el medio del estrecho y casi no ves nada, solo las orillas a lo lejos, con lo que cuesta mucho ver los pocos edificios de interés que hay en el camino. También ayudó a la mala experiencia el frío y la lluvia, pero influyó poco, en un día soleado seguramente nos habría decepcionado igual.
yogurt Kalınca
aproximación a Sarıyer
Anadolu Kavağı y la fortaleza de Yoros Kalesi al fondo
Anadolu Kavağı
Eran las 12:15h cuando llegamos a Anadolu Kavağı, un pueblecito que parece sobrevivir gracias a los restaurantes que dan de comer a los turistas que vienen del crucero por el Bósforo. Nuestra idea era estarnos un par de horas allí, comer y coger el ferry hacia Sarıyer, en la orilla europea, donde cogeríamos el bus de regreso a Estambul. Era mejor cruzar el Bósforo porque desde Anadolu Kavağı es difícil volver a Estambul, solo hay una línea de autobuses y hay que hacer varios transbordos para volver. A parte de comer en los restaurantes de pescado, en Anadolu Kavağı una de las pocas cosas que se puede hacer es subir a la fortaleza de Yoros Kalesi. Así que declinamos las ofertas de los restaurantes para comer y empezamos a subir el empinado sendero que llegaba hasta ella. En teoría, lo mejor de la fortaleza son las vistas sobre el estrecho del Bósforo, pero cuando llegamos arriba vimos que estaba cerrada. Vaya chasco! Desde lo alto de la colina donde estaba la fortaleza también había un poco de vista, pero no mataba.
Yoros Kalesi
vista al norte, donde se insinua el Mar Negro
vistas del Bósforo
panorámica del Bósforo
Bajamos desilusionados nuevamente a Anadolu Kavağı, al menos había dejado de llover por primera vez en el día. En el pueblo buscamos algún sitio sencillo para comer. Al lado de los restaurantes grandes que ofrecían menús de pescado y marisco, había otros más pequeños y familiares que tenían una especie de brasa en la entrada donde asaban el pescado que les pedías. Nosotros nos decantamos por uno de estos, el Köşem Balık Lokantası, donde comimos mejillones rebozados y köftes (16 TL).
Anadolu Kavağı
puestos de pescado
puesto de pescado
comiendo mejillones en Köşem Balık Lokantası
A las 2 de la tarde cogimos el ferry que une Anadolu Kavağı y Sarıyer, que pagamos con la Istanbulkart. En Sarıyer estuvimos paseando un poco pero no había mucho que ver. Entramos en una panadería donde compramos börek una especie de empanada muy típica en Turquía, aunque también se hace en países de antigua influencia otomana (de hecho, la probamos por primera vez en Croacia). Está hecho de una pasta similar al hojaldre rellena en nuestro caso de queso tipo feta, aunque también puede estar rellena de carne o verduras. Nos lo comimos en el bus que cogimos hacia Beşiktaş, para el que no tuvimos que esperar demasiado.
panadería de Sarıyer donde compramos el börek
nuestros börek
Nuestra idea era pasar la tarde en la orilla asiática de Estambul, una de las zonas más desconocidas para los turistas. Pensábamos que tendríamos que ir hasta Eminönü a coger el ferry para cruzar hasta la parte asiática, pero el bus de Sarıyer nos dejó cerca de la principal estación de ferrys de Beşiktaş y allí también podíamos cogerlo. Estuvimos paseando un rato por la zona a la espera que saliera nuestro ferry. En una plaza vimos la realista estatua del Barbaroja, un corsario que sembró el terror por el Mediterráneo a órdenes del sultán Solimán.
estatua de Barbaroja en Beşıktaş
Por tercera vez en aquel día, atravesamos el Bósforo y llegamos a Üsküdar, uno de los principales barrios de Estambul en su parte asiática. Aquí la gente parecía más tradicional, no se veían a chicas con vestimentas modernas como en Beyoğlu, y apenas había turistas. Cerca del puerto está la Yeni Valide Camii, una de las mezquitas antiguas del barrio que no pudimos visitar al estar en obras. Sí que pudimos ver la de Şemsi Paşa Camii, una pequeña mezquita situada a orillas del Bósforo, pero que no tenía mucho interés.
cruzando hacia Üsküdar
orillas de Üsküdar
Şemsi Paşa Camii
mercado en Üsküdar
A continuación nos internamos por dentro de Üsküdar para visitar un par de mezquitas más. La primera era la Eski Valide Camii, un poco difícil de encontrar. Le tuvimos que preguntar a un señor donde estaba, recordamos con simpatía la mímica que utilizó para indicarnos que debíamos subir unas escaleras para llegar. Finalmente la encontramos, pero no valía mucho la pena. Sí que era muy interesante la otra mezquita que fuimos a ver, la Çinili Camii o mezquita de los Azulejos, llamada así por los vistosos azulejos que revisten sus paredes, tanto interiores como exteriores. Es una pena que no pudiéramos entrar a la sala de oraciones, parecía muy bonita (la vimos a través de sus ventanas).
Eski Valide Camii
Çinili Camii
Çinili Camii, interior a través de una ventana
Volvimos nuevamente hacia el puerto de Üsküdar y como ya se estaba haciendo de noche buscamos un sitio para cenar. Al ser nuestra última noche en Turquía decidimos ir sobre seguro y escogimos el Kanaat Lokantası, uno de los restaurantes más famosos del barrio. Es enorme y al entrar parecía de categoría, pero resultó uno de esos sitios donde tienen los platos del día calientes en unas bandejas y tu escoges visualmente lo que quieres. Nosotros elegimos unas köftes con patatas y una especie de estofado cocido dentro de papel de horno. Junto a agua, un ayran y un postre de künefe nos costó 41 TL (15 €). La comida fue buena, pero cenamos mejor en otros sitios.
nuestra cena
postre de künefe
Volvimos al puerto y cogimos el ferry a Eminönü. El trayecto en ferry de noche es bonito, ya que las mezquitas y monumentos de Estambul estaban iluminados. Como no era muy tarde, aprovechamos para hacer algunas compras en Sultanahmet. Los días anteriores no habíamos comprado nada y queríamos traernos algo de Turquía a casa.

1 comentario:

  1. Muy buena información! Gracias!!

    http://dianamiaus.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar