ARGENTINA 11: tour “Ríos de Hielo” y glaciar Perito Moreno

7 de enero de 2015 Llegó el día que esperábamos desde que empezó el viaje, por fin cumpliríamos uno de nuestros sueños: contemplar el glaciar Perito Moreno. Pero antes haríamos el tour en barco llamado “Ríos de Hielo” para admirar otros dos glaciares de la región, el Upsala y el Spegazzini, que nada le tienen que envidiar al primero. Nos despertamos con la excitación de que este iba a ser uno de los días mas especiales del viaje, una sensación similar a la que tuvimos el día que fuimos a Machu Picchu años atrás. El desayuno en el Hospedaje Lautaro era bastante bueno, a base de pan casero, mediaslunas, mermeladas caseras y mantequilla.
7 de enero de 2015
Llegó el día que esperábamos desde que empezó el viaje, por fin cumpliríamos uno de nuestros sueños: contemplar el glaciar Perito Moreno. Pero antes haríamos el tour en barco llamado “Ríos de Hielo” para admirar otros dos glaciares de la región, el Upsala y el Spegazzini, que nada le tienen que envidiar al primero.
Nos despertamos con la excitación de que este iba a ser uno de los días mas especiales del viaje, una sensación similar a la que tuvimos el día que fuimos a Machu Picchu años atrás. El desayuno en el Hospedaje Lautaro era bastante bueno, a base de pan casero, mediaslunas, mermeladas caseras y mantequilla. Enseguida nos vinieron a recoger para la primera aventura del día, el tour en barco “Ríos de Hielo”, que reservamos con la agencia Amayco a través del mismo hostal. Como todas las actividades dentro del Parque Nacional de los Glaciares Sur, se realizaba a través de una empresa que tiene el monopolio, con lo que los precios en todos los lados es el mismo: 1.260 pesos (unos 115 €) mas 250 pesos por el traslado (22 €). Lo único que cambia entre agencias es el descuento que te pueden hacer por pago en efectivo, en nuestro caso fue del 20%, con lo que el tour nos salió en total por 1.210 pesos por persona (110 €, incluyendo transporte). Es muchísimo dinero, pero si atraviesas medio mundo es algo que tienes que hacer, siempre hemos pensado que se puede ahorrar en transportes, alojamientos o comidas, pero nunca en turismo. Para que os hagáis una idea de lo que suben los precios en Argentina, el año anterior este mismo tour valía 900 pesos mas 130 pesos de transporte.
A las 7:15 h nos pasaron a buscar los del tour en un bus que fue pasando por los diferentes hoteles de los pasajeros. En media hora llegamos a Puerto Bandera, el lugar de donde salen los catamaranes hacia los glaciares. Antes de embarcar, tuvimos que hacer una larga cola para pagar la entrada de acceso al parque, 215 pesos (casi 20 €). Después fuimos al barco que nos correspondía, que soltó amarras a las 9 h. La embarcación iba llena hasta los topes, y enseguida nos dimos cuenta que las cubiertas exteriores de observación eran pequeñísimas en comparación con la cantidad de gente que había allí. Fuimos avanzando por el Brazo Norte del Lago Argentino, en medio de un fiordo tan grande que apenas podíamos ver sus orillas. Tras una hora de navegación empezamos a ver algunos grandes trozos de hielo flotando en el agua. Al fondo pudimos ver sobre el horizonte una larga línea horizontal blanca, que no nos parecía un glaciar ya que era demasiado larga. Pero según nos fuimos acercando nos dimos cuenta que sí que lo era, no nos lo podíamos creer, ¡era enorme! Nos encontrábamos frente al glaciar Upsala, el tercero mas grande de Sudamérica, mas que el archiconocido Perito Moreno. Debía tener un frente de hielo de mas de 3 km, nunca habíamos visto nada igual. Los glaciares que vimos en Islandia parecían una miniatura al lado de este. La lástima fue que el barco no se acercó demasiado. Aún así, pudimos ver como su gran lengua de hielo se alimentaba de un par de glaciares laterales mas pequeños. Fue increíble poder ver un glaciar tan grande. Lo negativo del momento fue lo que ya nos olíamos, la cubierta era tan pequeña que no podía dar cabida a todo el mundo, con lo que la aglomeración llegó a ser agobiante.
Acercándonos al glaciar Upsala y a sus icebergs
Cada vez mas cerca...
Detalle de uno de los glaciares laterales
Posando desde el catamarán
Glaciar Upsala
Después el catamarán se dirigió a los enormes icebergs que se habían desprendido del glaciar Upsala. En esta ocasión sí que se acercó bastante, con lo que pudimos verlos muy bien (además, no toda la gente se asomó para verlos). El día estaba bastante nublado, pero en aquel momento salió un poco el sol, obsequiándonos con los bonitos tonos azulados que se reflejaban sobre el hielo. Incluso izaron un pequeño fragmento para que la gente lo pudiera tocar. Es una lástima que no se detuviera mas tiempo allí, pero la experiencia fue muy buena.
Iceberg desprendido del glaciar Upsala
Detalle del iceberg
Posando frente a un enorme iceberg
Icebergs flotando en el Lago Argentino
A continuación fuimos hacia el glaciar Spegazzini, situado mas al sur. Esta vez nos pilló bastante de improviso, tras un recodo del fiordo vimos el glaciar, menos mal que David ya había ocupado posiciones en la cubierta para tener un buen sitio. Al principio no nos pareció gran cosa, era mas pequeño que el Upsala. Pero el barco se fue acercando mas y mas hasta quedar casi debajo de una alta mole de hielo. Nos quedamos sin palabras. Si lo mas espectacular del anterior glaciar fue su extensión, en este lo era su altura. Y es que el Spegazzini es el glaciar mas alto de esta zona (el doble que el Perito Moreno). Y por si su altura no fuera poco, el barco se acercó tanto que pudimos ver perfectamente sus muros de hielo. Sus reflejos azulados solo agrandaban su gélida belleza. El barco recorrió todo su frente de hielo, de forma que pudimos ver como los bloques se inclinaban peligrosamente hacia el agua. Fue una experiencia increíble, nos parecía difícil que aquel día viéramos algo mas impresionante que aquel lugar. ¡Pero faltaba el Perito Moreno!
Aquí se ve la diferencia de tamaño entre el glaciar y un barco
Frente del glaciar Spegazzini
Detalle de uno de los glaciares que alimentan al Spegazzini
Detalle del frente de hielo
Aquí se entiende que el tour se llame "ríos de hielo"
Glaciar Spegazzini
Regresamos hacia Puerto Bandera, donde llegamos a las 14 h. Aprovechamos el trayecto de vuelta para comer algo de comida de súper y hacer balance del tour. Los dos glaciares nos parecieron espectaculares, aunque a la hora de verlos desde las cubiertas era un poco agobiante por las aglomeraciones de gente. Nos pareció buena idea ver estos dos glaciares para no ver solo el Perito Moreno (como hace mucha gente), ya que este parque nacional cuenta con muchos de ellos y muy pocos son accesibles.
Aquí se aprecia lo masificadas que estaban las cubiertas del barco
En Puerto Bandera nos esperaba Mario, el conductor del remis que habíamos apalabrado el día anterior para que nos llevara a ver el Perito Moreno (1.200 pesos, unos 100 €). Como ya habíamos pagado la entrada del parque para hacer la navegación, no lo tuvimos que volver a hacer (si lo hubiéramos hecho el día anterior sí, las entradas solo valen para un solo día pese a lo caras que son). Mario nos dejó en el centro de visitantes y se fue a aparcar, teníamos casi toda la tarde para ver el glaciar con tranquilidad. Para disfrute de los visitantes, hay un sistema de pasarelas a diferentes alturas que permiten abarcar los varios kilómetros de su lengua de hielo del Perito Moreno. Las distancias entre los miradores son mas o menos grandes, de forma que se necesitan algunas horas para disfrutar todas las vistas que deparan.
Nos dirigimos con emoción hasta el primer balcón, el mirador mas central y mas alto de todos (el único accesible para minusválidos). Al bajar por la pasarela empezamos a ver la inmensa lengua de hielo del Perito Moreno que parecía emerger del bosque de coihues. Nos quedamos hipnotizados por su belleza, no habíamos caminado casi nada y no podíamos movernos de nuestro sitio. Sin apartar nuestra vista del glaciar, llegamos al mirador del primer balcón, donde la vista era increíble: ante nosotros se extendía una enorme pared de hielo, de unas tonalidades azuladas espectaculares. Nos sorprendió lo irregular de su superficie, con enormes grietas y afiladas crestas. Pese a que habíamos visto el glaciar en muchas fotos, su visión nos impresionó profundamente ¡Habíamos cumplido un sueño!
El glaciar Perito Moreno emergiendo del bosque
Vista del frente sur y del segundo balcón, al que iríamos después
Frente norte del glaciar
Detalle del muro de hielo
Detalle donde se ven bien las crestas y grietas del glaciar
Panorámica del Perito Moreno desde el primer balcón
Pudimos disfrutar mucho de las vistas del glaciar, ya que la pasarela era tan larga que realmente podías contemplarlo casi desde cualquier punto. De forma que, aunque hubiera muchos visitantes, se gozaba de una gran tranquilidad. Bajamos hacia el segundo balcón, que queda mas cerca del nivel del suelo y del glaciar. Aquí podíamos ver el glaciar casi de frente y a corta distancia, y la verdad es que su altura imponía. El glaciar estaba lleno de bonitos detalles, no era una masa de hielo homogénea. Y cuando salía el sol era todo un festival de colores.
Detalle del glaciar desde el segundo balcón
Admirando las vistas
¡Los momentos en los que salía el sol eran mágicos!
Posando hacia el frente norte del glaciar
Aquí se ven bien los bloques de hielo que se han ido desprendiendo del glaciar y que flotan en el lago
Panorámica bajando al segundo balcón, que aparece en la parte inferior izquierda
Algunos bloques de hielo parecían aguantarse en un precario equilibrio. De hecho, desde el segundo balcón podíamos ver algunos trozos de hielo flotando en el lago. Con la calma que se respiraba es posible oír los ruidos que produce el glaciar, al abrirse las grietas en el hielo al avanzar. De vez en cuanto oíamos un gran estruendo cuando un gran bloque de hielo se precipitaba sobre el lago. Aunque se producía con una gran rapidez, unas pocas veces pudimos verlo en directo y fue alucinante. Y lo mejor de todo es que pudimos captarlo con la cámara de fotos. En esos momentos es cuando se agradece que la cámara tenga un disparo rápido.
Secuencias de desprendimientos de trozos de hielo
El tiempo nos pasaba volando ante el espectáculo que teníamos delante. Nos dirigimos a los miradores del Circuito Inferior, que son los que están situados mas al sur. Aunque ya llevábamos tiempo admirando las vistas del Perito Moreno, las del Circuito Inferior nos parecieron fascinantes. Por una parte, nos permitió ver una parte del glaciar que no podíamos ver desde los otros miradores. Por otra, tenía dos alturas, con lo que podías tener mas perspectiva cuando subías por la pasarela de arriba.
Nuevo detalle del muro de hielo
El Perito Moreno desde el Circuito Inferior
Vista desde una de las pasarelas elevadas del Circuito Inferior
Muro de hielo
Aquí se ve el glaciar a la izq., y a la dcha. las pasarelas de observación
Contemplando el frente sur del glaciar
Detalle del glaciar Perito Moreno
Panorámica del Perito Moreno desde el Circuito Inferior
Desandamos parte del camino hasta las pasarelas del llamado Circuito Central hasta el balcón norte. Nuevamente, allí había una perspectiva diferente, es donde se ve mejor el frente norte del glaciar. Después de maravillarnos con nuevas vistas inolvidables, continuamos por las pasarelas del sendero de la costa, un camino que continuaba hacia el parking. Aquí las vistas no eran tan buenas, ya que el camino se iba alejando del glaciar y se perdía la panorámica del conjunto.
Vista desde el balcón norte
Frente norte del glaciar
Vista del glaciar mirando hacia al sur
El glaciar y sus icebergs
Admirando las vistas desde el balcón norte
Sendero de la costa, con el lago Argentino al fondo
Detalle del Perito Moreno desde el balcón norte
Frente norte del glaciar
En algo mas de tres horas dimos por concluido nuestro paso por las pasarelas de observación del Perito Moreno. Quedamos encantadísimos de sus maravillosas vistas. Pese a las altas expectativas que teníamos, no solo no nos defraudó si no que las superó. Por mucho que en todas las pasarelas veíamos el Perito Moreno, desde cada mirador la vista era diferente, era como tener delante un glaciar distinto. Para nosotros valió mucho la pena dedicarle toda la tarde para contemplarlo bien, a nuestro ritmo y sin prisas. Sin duda, era el principal motivo para visitar Argentina, así que todo tiempo invertido en él nos parecía poco.
Nos encontramos con Mario nuevamente y con su remis nos llevó de vuelta a El Calafate. El viaje era largo, así que le dimos un poco de palique. La sencilla pregunta de “¿Qué tal está la política en Argentina?” hizo que Mario hiciera un repaso ininterrumpido de una hora de la historia reciente de su país: sus presidentes, sus escándalos, el poder de sus medios de comunicación... El tema de las Maldivas continuaba siendo espinoso, para Mario la guerra de los 80 fue una vergüenza, pero no por eso dejaba de considerar esas islas, ahora británicas, como argentinas. La verdad es que la fama de la labia de los argentinos nos pareció mas que justificada.
Volvimos al Hospedaje Lautaro para descansar y ducharnos, había sido un día la mar de intenso. Belén, la propietaria, nos preguntó como nos había ido y le estuvimos explicando. Nos pareció una persona que inspiraba una gran confianza y hablando con ella enseguida fue como si la conociéramos de toda la vida. Para cenar nos recomendó el Restaurante Mi Viejo, ya que le dijimos que nos apetecía una buena parrilla. Es un local con mucho éxito, tanto que tuvimos que esperar media hora para tener mesa. Nos pedimos el plato regional por excelencia, el cordero asado, que trajeron acompañado de ensalada y patatas. La carne estaba deliciosa, aunque había unos trozos muy buenos y otros no tantos (con mas grasa o hueso). Acabamos tan llenos que no nos pudimos acabar toda la carne. La cena nos salió cara, 515 pesos (unos 46 €), aunque hay que tener en cuenta la calidad de la comida.
Espetones de cordero asado, comunes a la entrada de los restaurantes
Nuestro cordero asado (todo esto era para los dos)

2 comentarios:

  1. Hola! Quisiera saber si me podr[ias compartir el contacto de Mario (si aún lo tienen), ya que voy a viajar este año y quiero hacer un circuito similar. O con consultar en Calafate conseguiré a alguien?

    Muchas gracias!! Muy útil su post

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    Respuestas
    1. Hola Pamela,
      Nosotros lo contratamos a través de nuestro alojamiento de El Calafate, Hospedaje Lautaro. No creemos que tengas problemas en contactar con algún remis a través de tu alojamiento, es un servicio muy habitual en El Calafate.
      Saludos

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