ARGENTINA 17: parque nacional Torres del Paine, I (Chile)

13 de enero de 2015 Dedicamos la jornada entera para descubrir el magnífico parque nacional de las Torres del Paine en coche de alquiler. Entramos por la zona suroeste y fuimos parando en sus diferentes miradores, con unas vistas increíbles de las montañas y los lagos. Además, hicimos dos pequeñas excursiones, en el lago Grey y al Mirador de los Cuernos. Acabamos la ruta en el refugio Torre Norte en la zona de Las Torres, donde hicimos noche. Aquella mañana nos despertamos pronto, nos esperaba un largo día con muchos lugares que descubrir. El desayuno en el Hostal Géminis era un poco simplón, con pan, mantequilla, jamón, queso... que te daban contado.
13 de enero de 2015
Dedicamos la jornada entera para descubrir el magnífico parque nacional de las Torres del Paine en coche de alquiler. Entramos por la zona suroeste y fuimos parando en sus diferentes miradores, con unas vistas increíbles de las montañas y los lagos. Además, hicimos dos pequeñas excursiones, en el lago Grey y al Mirador de los Cuernos. Acabamos la ruta en el refugio Torre Norte en la zona de Las Torres, donde hicimos noche.
Aquella mañana nos despertamos pronto, nos esperaba un largo día con muchos lugares que descubrir. El desayuno en el Hostal Géminis era un poco simplón, con pan, mantequilla, jamón, queso... que te daban contado. Pero por lo barato que era el hostal no se podía pedir nada mas. Eran las 8:30 cuando salimos de Puerto Natales en dirección a las Torres del Paine. Conducir por allí nos resultó sencillo, las carreteras chilenas de aquella zona estaban muy poco concurridas y en muy buen estado. Al desviarnos de la carretera general por la Y-290 (que lleva al acceso suroeste del parque) nos dimos cuenta que era una pista de ripio, aunque estaba muy bien mantenida y era ancha. Pasamos por delante de la Cueva del Milodón, una gruta donde encontraron un enorme mamífero prehistórico; no paramos por que queríamos dedicarle todo el tiempo posible a los paisajes de la Torre del Paine, pero es un lugar donde paran todos los tours diarios. Un poco mas adelante encontramos una serie de miradores sobre el lago Toro, el mas grande del parque. El entorno nos pareció estupendo, rodeado de frondosos bosques, y al fondo, empezábamos a ver a lo lejos las montañas del Paine. Comenzábamos a entender la buena fama que tiene este paraje entre los viajeros.
Lago Toro, con el macizo del Paine al fondo
Lago Toro
Macizo del Paine desde el lago Toro
Un poco mas al norte llegamos a la entrada sur del parque, la Portería Río Serrano. Allí tuvimos que cumplimentar unos formularios de registro y pagar 18.000 pesos chilenos por persona (24 €); al menos la entrada tenía varios días de validez (no como en los parques argentinos). Al salir del edificio vimos que desde allí había una vista increíble del macizo del Paine, sobre todo por que cogimos un momento en que las montañas estaban poco nubladas. Incluso se veía la Torre Central del Paine, el principal pico que veríamos el día siguiente tras una ardua excursión.
Vista del macizo del Paine desde la Portería Río Serrano
Mas adelante nos desviamos para llegar al lago Grey, donde íbamos hacer una corta excursión de 1 hora y media hasta un mirador sobre el lago. El sendero estaba muy bien señalizado mientras discurría dentro de un frondoso bosque. Al llegar a orillas del lago, el camino desaparecía, aunque caminar por la playa arenosa no tenía ninguna complicación. Lo mas espectacular del lago era su entorno, rodeado por escarpadas montañas, sobre todo por el Cerro Paine Grande, envuelto en amenazadoras nubes. Encontramos unos cuantos icebergs varados en la playa, provenientes del glaciar Grey que había al fondo del lago. Después reencontramos el sendero, que trepaba por una pequeña península que se elevaba por encima del lago. Allí hacía un viento tan fuerte que a menudo nos costaba caminar y mas de una vez nos hizo trastabillar. Al final llegamos como pudimos al mirador sobre el lago Grey, que tenía una bonita vista del lago, las montañas y sobre todo del glaciar Grey, aunque quedaba muy a lo lejos.
Bosque en el inicio del sendero
Orillas del lago Grey, con el Cerro Paine Grande al fondo
Iceberg varado en la orilla del lago
Vista desde el mirador del lago Grey, con el glaciar al fondo
Orillas del lago Grey
Antes de proseguir la ruta comimos algo dentro del coche, hacía tanto viento que no se podía estar fuera. Volvimos a la carretera principal y paramos mas adelante para ver el Salto Chico, una pequeña catarata que drena el agua del lago Pehoé. No estaba muy bien indicado, y se llegaba mediante unas pasarelas de madera. La catarata no era muy espectacular, y además había un edificio al lado que deslucía mucho el conjunto. Las pasarelas llevaban al final a uno de los hoteles que salpican el parque, los cuales tienen unos precios prohibitivos (aquel valía unos 800 USD por persona y noche!) que hacen que la única opción para dormir dentro del parque sean los refugios o la acampada.
Salto Chico
Proseguimos la ruta hacia al norte, el siguiente mirador era el Cóndor y para llegar se tenía que hacer una pequeña excursión. Según el mapa que nos entregaron en la entrada, el sendero salía del Camping Pehoé, pero no lo encontramos en ninguna parte. A los pies del mismo camping había una pequeña colina con un mirador sobre el lago Pehoé con unas vistas fantásticas del macizo del Paine. El tiempo estaba despejado en los Cuernos del Paine así que pudimos ver con claridad la curiosa forma de la montaña, sin duda la estampa mas famosa del parque.
Vista de los Cuernos del Paine desde el camping Pehoé
Un poco mas adelante paramos nuevamente para acercarnos a la Hostería Pehoé, situada en una pequeña isla en el lago y a la que se accede por un largo puente de madera. Desde aquel puente también había unas bellas vistas, sobre todo de las aguas turquesas del lago Pehoé, uno de los mas bonitos del parque.
Puente de acceso a la Hostería Pehoé
Hostería Pehoé
Continuamos nuestra ruta y al cabo de unos pocos kilómetros paramos para ver el Salto Grande, una catarata que lleva el agua desde el lago Nordenskjöld al Pehoé. Era una de las paradas mas populares entre los visitantes del parque, estaba lleno de gente, sobre todo de los grandes tours. La catarata era bastante espectacular, aunque el salto de agua no tenía demasiada altura su gran cantidad de agua y lo bonito de su entorno lo compensaban. Mucha gente se acercaba a lo alto de la cascada, pero era un poco peligroso, aquella era otra de aquellas zonas donde el viento sopla tan fuerte que fácilmente te puede llegar a tirar al suelo.
Salto Grande
A parte de ver la catarata, la principal razón de parar allí era hacer la excursión hasta el Mirador de los Cuernos, uno de los mas espectaculares del parque. Se tarda hora y media (ida y vuelta), por un terreno sin dificultades ni desniveles grandes. Al poco de empezar la excursión ya empezamos a tener bonitas vistas de los Cuernos del Paine, una de las principales montañas del parque con su inconfundible forma. De toda la gente que había en la catarata, solo unos pocos hicimos la excursión, con lo que fue una caminata tranquila. El paisaje era un poco deprimente, ya que estaba lleno de árboles muertos, testigos mudos de un gran incendio que asoló todo el parque causado por un excursionista despistado. Cuando llegamos al mirador quedamos extasiados por la gran vista que teníamos ante nosotros: de frente, los agrestes Cuernos del Paine y las aguas turquesas del lago Nordenskjöld. A su izquierda, cubierto por un manto de nubes estaba el Cerro Paine Grande, y a su derecha se insinuaba el Monte Almirante Nieto. ¡Jamás olvidaremos aquella fantástica vista!
De camino al mirador ya podíamos ver los Cuernos del Paine
Árboles muertos por el gran incendio
Vista del Cerro Paine Grande
Cada vez nos acercábamos mas al mirador y cada vez mejores vistas!
El Cerro Paine Grande desde el mirador
Mirador de los Cuernos
Los Cuernos del Paine desde el mirador
Panorámica completa del Mirador de los Cuernos
Reemprendimos nuestro camino hacia el este e hicimos una breve parada a otro punto panorámico cercano, el mirador del lago Nordenskjöld. La vista no cambiaba mucho de la de antes, incluso los Cuernos del Paine no se veían por la peor perspectiva. Pero sí que tenía bonitas vistas sobre el lago y el Monte Almirante Nieto. No parábamos de asombrarnos de la espectacularidad de aquellas montañas, parecían surgir de la nada en medio de un paisaje plano.
Mirador del lago Nordenskjöld
Panorámica desde el mirador, con el Monte Almirante Nieto al frente 
Un poco mas adelante hicimos la última de las paradas, en el mirador del lago Sarmiento. Después de haber visto tantos, este no nos pareció gran cosa, así que no le dedicamos mas de un minuto.
Mirador del lago Sarmiento
Proseguimos nuestro viaje hacia el este, hasta dar con la otra entrada del parque, la Portería de Laguna Amarga, que es la que usan la gran mayoría de excursionistas. Desde allí continuamos hasta nuestro alojamiento de aquella noche, el refugio Torre Norte. Como hemos explicado antes, alojarse en un hotel dentro del parque es muy caro, fácilmente vale varios centenares de dólares por persona y noche. Nos dio la sensación que no había termino medio, ya que la alternativa son refugios (que no son precisamente baratos) y campamentos (en algunos la acampada es gratuita). En la zona donde dormimos había mucha oferta de alojamientos, ya que es el “campamento base” previo a la excursión al Mirador de las Torres, la mas popular del parque. Nuestro refugio formaba parte de un complejo junto al refugio Torre Central, que era un poco mas caro, ya que disponía de todos los servicios e instalaciones comunes. En el Torre Norte las habitaciones eran literas de 6 camas, con baños compartidos. Cada cama nos costó 63 USD (unos 100 € en total por dormir en habitación compartida...). Se servían comidas en el refugio Torre Central, pero había que pagarlas a parte. Nosotros decidimos hacerlo, ya que pensamos que vendríamos cansados y nos convenía comer bien para la larga excursión del día siguiente. La cena nos costó 25 USD y el desayuno del día siguiente, 13 USD por persona. En total, toda la estancia nos salió por 202 USD, que puede parecer caro, pero eso es lo que pagaría como mínimo una persona por dormir en cualquiera de los hoteles del parque (comidas aparte). Si alguien quiere pernoctar en el refugio en temporada alta tiene que reservar (y pagar) con un par de meses de antelación.
Nuestras literas en el refugio
La habitación que nos tocó estaba ocupada por cuatro yayetes franceses que parecía que hacía días que dormían allí. La habitación era pequeña, como corresponde a un refugio, era imposible que los 6 inquilinos pudiéramos estar fuera de las camas al mismo tiempo. Al menos, éstas eran bastante cómodas. Después de asearnos un poco fuimos a cenar al edificio del refugio Torre Central. Su comedor era inmenso y acogedor, se notaba que aquel edificio estaba mucho mas adecentado que el nuestro. En unas mesas comunitarias nos sirvieron una cena sencilla y algo parca: de primero, una sopa de verduras (bastante buena), de segundo, chuleta de cerdo a la mostaza acompañado de arroz (no estaba nada mal, aunque podían haber sido mas generosos con las raciones de carne...) y de postre un flan de chocolate.
Cenando en el refugio Torre Central
La chuleta de cerdo... tenía mejor sabor que aspecto!
Después de cenar fuimos a descansar un poco a la sala común de nuestro refugio, donde había mucha gente cenando su propia comida. Nos sentimos un poco como unos burgueses por haber cenado bien en el refugio “guay”... Luego fuimos a recoger las mochilas para dejarlo todo a punto para el día siguiente. Nos íbamos a poner en marcha bien pronto y no queríamos molestar a nuestros compañeros de habitación. Nos esperaba otra de las grandes excursiones de aquel viaje.

4 comentarios:

  1. No había oido hablar de las Torres del Paine hasta que vi vuestras fotos en Facebook y ahora ya es uno de los destinos a los que quiero ir sí o sí

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    1. Pues si podéis os lo recomendamos, es un sitio super-espectacular. Fue una lástima no poder estar allí mas dias, ¡las posibilidades de hacer excursiones chulas son casi ilimitadas!
      Saludos

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  2. Hola, David y Neus, me llamo Oscar y les sigo desde hace meses para preparar mi viaje a la Patagonia. Quisiera hacer este mismo itinerario desde Puerto Natales a la Torre de Paine. Me podrían decir a qué hora llegaron después de salir a las 8:30? De las paradas que hicieron quitarían alguna? Añadirían algo?
    Gracias y un saludo

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    1. Hola Oscar,

      Llegamos entorno de las 18:30 al refugio. En general la ruta nos gustó mucho, no cambiaríamos gran cosa de ella. La mayoría de las paradas eran breves, para hacer justo unas foto. Y en las que comportó caminar algo (lago Gray y mirador de los Cuernos) disfrutamos mucho.

      Lo único que podríamos decirte es que en el lago Pehoé hay un "mirador del Condor" (sale en los mapas que te dan del parque) cuyo sendero no encontramos. Fue una lástima, porque por su situación debían haber buenas vistas desde él. A ver si tu tienes mas suerte y lo encuentras! ;)

      Saludos

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